sábado, 3 de diciembre de 2011

Carta sin palabras


Ahora
que ya el sol es sólo escombros
de un sistema de palabras,
de ficciones
de luces.
ahora
que ya no es centro
ni siquiera de la galaxia,
menos del universo y es hermano
de otros soles,
los que mueren y renacen.
Ahora
que la amenaza de su extición
ya no importa y su calor
se filtra entre las ruinas,
como un fenix.
Recién ahora,
gira libre sobre sí
como un trompo
que no tiene cordel,
y da vueltas,
de libertad con sus dos lunas
con la sonrisa que guarda
las imperfecciones,
lo que no devela.
La estrella danzante
se expande
incandescente
expulsando radiaciones
de bellezas y boreales,
de su boca dulce de tilo,
de su sonrisa de gioconda
entre las nubes
danzando
girando candente
soñante
siempre viva
medio muerte
entre la ausencia y la distancia
entre la esperanza y el amor
rodeada de selva
arremolinada en este recuerdo
que gime, suspira, y se desvanece
en otro reglón
que se ha quedado
sin palabras.


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