jueves, 23 de junio de 2011

Poema XI



Cómo clonarte,
los ojos de agua y cielo

que abrasan y llaman.
Con boca,

la tuya, la besada
y este ardor
que me es caro.

Querido y desado.
Va y viene,

desde la tarde hacia el norte,
con el viento y la imaginación
que me reclama
me arrastra por el paisaje
y me dejo observar por él.

Es cruel la batalla,
perdida, la guerra
antes de concluir siempre.

Todo es ficción y me entrego candoroso
al juego en palabras
me seducen, como tu boca

convoca mirada.
Viene de lejos y retoña
desde lo hondo,
allá en el alma y el corazón.
Y parece un sin fin
de no poder sanar,
sanar la tristeza,
"nostalyia"
de todo lo hermoso,
de los ojos de mar y cielo
y de la boca deseadea y besada
de la distancia
del juego, de la ficción,
de lo que no está pero estuvo.

Ay, cuan caro resulta
este amor
que se evapora,
como el alcohol,
evanescer de un amor
que siempre vuelve,
porque no se ha ido

pero no puede ser.



Por Gonzalo Sueiro

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