Las enanas blancas están compuestas por átomos en estado de plasma; como en su núcleo ya no se producen reacciones termonucleares, la estrella no posee ninguna fuente de energía que equilibre el colapso gravitatorio, por lo que la enana blanca se va comprimiendo sobre sí misma debido a su propio peso. La distancia entre los átomos en el seno de la misma disminuye radicalmente, por lo que los electrones tienen menos espacio para moverse.
El espacio guarda una fuente de misterio que se asemeja a lo poético. De su observación surge una sensación de vastedad que empequeñece y conmueve, aunque no podamos entender. En el poema surge ese abismarse, ante la palabra.
Ungaretti lo dice mejor: "La piel del cielo/despierta oasis/al nómada de amor". El poema como el cielo nos envuelve en una borrachera. Estamos como entregados. Concientes o no, no importa. Ésta crea estados poéticos.
Pero la poesía no está fuera del mundo - como dice Bayley - existe con el mundo (en relación con él, en una interacción creadora).
Isla Feliz
no digo nada
no explico
no contesto
no excusaré
no espero
me acuesto
miro al cielo
miro
al espacio
al aire
al río que me nombra
me visitan y estoy solo
tengo el arco de esta noche
el dolor
el silencio
así pasa en estos casos
a todos
siempre
no he sabido contestar
eso es todo
no digo nada
no explico
no contesto
no excusaré
no espero
me acuesto
miro al cielo
miro
al espacio
al aire
al río que me nombra
me visitan y estoy solo
tengo el arco de esta noche
el dolor
el silencio
así pasa en estos casos
a todos
siempre
no he sabido contestar
eso es todo
Edgar Bayley, obra poética, Corregidor
1 comentario:
Puede que la poesía se limite a largar tu momento al aire y esperar el eco.
Nada mas creo,lo dice bien Bayley
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