domingo, 29 de marzo de 2009

Poemas III



Antes que escampe
tiembla
el amanecer
que es vida y no
como furia
refugio perpetuo
en la intemperie.

Después que escampe
tiembla
el amanecer
no es muerte y sí
silente
intemperia perpetua
la lluvia.

Ruedan sobre el río
que todo lo trae
y no deja
un mínimo de nada
la muerte
ahí
ahora que escampe.



Por Gonzalo Sueiro

miércoles, 25 de marzo de 2009

SÍ, LAS ESCAMAS DEL CREPÚSCULO...




SÍ, LAS ESCAMAS DEL CREPÚSCULO...
Sí, las escamas del crepúsculo
en el filo, último?, de Noviembre sobre el río:
o el éxtasis de los velos de Noviembre
fluyendo hasta la noche, y más allá?...
increíble de ecos
y de fugas y pasajes
de no se sabe ya
qué despedida o qué llamado...

Sí, el fluido profundo, sobre oro,
que nimba la barranca
e inscribe místicamente un árbol alto,
y radia, hasta cuándo?,
unos vagos pétalos de iris...

Sí, sí,
el verde y el celeste, revelados,
que tiemblan hacia las diez porque se van
y en la media tarde se deshacen o se pierden
en su misma agua fragilísima...

Sí, sí, sí...
Pero vino la luz, estaba sólo la luz
detrás de las persianas de la mañana íntima:
vino la criatura eterna, el sentimiento de las estrellas,
la eucaristía de los mundos, el alma primera
antes, antes del prisma,
con esa flauta blanca, inefablemente blanca, siempre impuesta
sobre el caos…

Vino la luz, vino la niña esencial,
imposiblemente pura de las hojas y de sus propias alas,
hasta un olvido lleno de ella
como de la mirada, única, de un estío nunca visto…



Por Juan Laurentino Ortiz (1896 - 1978), de "de las raíces y del cielo - 1958